lunes, 18 de febrero de 2019

Habla el piloto del caso Solid Show y un pasajero del avión presos en República Dominicana: Estamos secuestrados y hasta la fecha no hemos sido interrogados

El piloto de la aeronave siglas YV544T, Edmundo José Medina Torrealba, detenido en República Dominicana por hechos relacionados con el narcotráfico y supuestamente vinculado al caso conocido como Solid Show, aseguró desde la prisión en donde se encuentra en la isla antillana que él y sus compañeros se encuentran secuestrados, toda vez que hasta la fecha no han sido interrogados, el proceso judicial ha sido demorado injustificadamente, se han producido amenazas de muerte para los funcionarios de la embajada venezolana cuando intentaron interceder por ellos y, en general, han sido víctimas de los verdaderos responsables de la acción criminal, unos militares que se encuentran en libertad, mientras ellos permanecen en la cárcel desde hace cuatro años siendo completamente inocentes.
En fecha 8 de noviembre de 2018, dimos a conocer a través de la nota titulada “Familiares y abogada de detenidos acusan irregularidades en proceso judicial del caso Solid Show”, en la que se denunciaron retardo procesal, falta de pruebas y violación de los derechos humanos de los imputados, entre otras[1].

Ahora a nuestra mesa de redacción llegan los audios en los que Medina Torrealba y José Manuel Houtman exponen su situación y las irregularidades de su caso al verse motivados por la reseña dada a conocer a la opinión pública en estas páginas. “Leí el reportaje de Maibort Petit y por ahí logré ver que en Venezuela los empleados de Solid Show y los guardias nacionales están en la misma situación que nosotros”, argumenta el primero antes de dar su versión de los hechos.

El origen de esta situación

Todo ocurrió el 17 de marzo de 2015, cuando al arribo de la aeronave modelo Leader Jet 25D con siglas YV544T procedente de Venezuela al Aeropuerto Internacional de Las Américas “José Francisco Peña Gómez” en Santo Domingo, se produjo el decomiso de 450 panelas de cocaína. El avión había despegado del aeropuerto Caracas en Charallave, estado Miranda.
En República Dominicana las autoridades detuvieron a Edmundo Medina (piloto), Francisco Velásquez (copiloto), José Houtman (comerciante en Charallave), José Velásquez y Mirian Díaz (pasajeros), todos de nacionalidad venezolana.

Entretanto, en Venezuela, por el mismo hecho, el Ministerio Público imputó al teniente y al sargento primero de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Richard Sánchez Espinoza y Leandro Salcedo Gutiérrez, respectivamente, señalados de estar presuntamente vinculados al tráfico de la referida droga. También Joseph Viera Betancourt, quien se desempeñaba como agente de seguridad. Todos fueron detenidos en el Aeropuerto Caracas el mismo día que incautaron la droga en RD. Igualmente fueron allanadas las instalaciones de la agencia Solid Show y se determinó la supuesta vinculación de Zoraimy Araujo de Torres (gerente de producciones, representante legal de Solid Show y hermana de Araujo), Carolina Pérez Barreto (gerente de publicidad) y Marifelx Manzanilla (gerente administrativa)” a quienes se les privó de libertad por presuntamente incurrir en legitimación de capitales.

Del mismo modo, fue acusado Juan Carlos Araujo Durán, propietario de la empresa de espectáculos Solid Show. Juan Jacinto González Contreras fue igualmente detenido. A ambos se les acusa de supuestamente haber cometido los delitos de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en la modalidad de financistas.

Los argumentos de Medina Torrealba

Edmundo José Medina Torrealba reitera su condición de secuestrado, toda vez que se encuentra en prisión “preventiva” desde hace cuatro años, una reclusión de larga data aun cuando no ha sido condenado.

Indica que en la República Dominicana detuvieron en la fecha de los hechos a dos militares a unos tres kilómetros del aeropuerto, de los cuales dos se encuentran en libertad bajo fianza. Subraya que uno de estos militares es familia de la primera esposa de un teniente coronel perteneciente a la policía nacional dominicana, quien supuestamente sería familia del presidente dominicano, Danilo Medina.

— Aquí la Embajada de Venezuela nos apoyó, pero tuvieron amenazas de muerte, igual que nosotros.

Agrega que el proceso judicial ha sido por demás atropellado en virtud de las múltiples demoras que ha sufrido, los reenvíos de que ha sido objeto, la recusación de jueces y hasta “infartan a un abogado”.

— Aquí yo llamé a los Derechos Humanos y recibieron una orden del Procurador General de la República [Jean A. Rodríguez] de este país y nos negaron todo tipo de ayuda, supuestamente por culpa de los narcosobrinos.

Medina Torrealba manifiesta que lo enrevesado a irregularidad de los hechos lo han convertido, a decir de todos los opinadores de oficio, en protagonista de cuanta actividad de narcotráfico se da a conocer. “En realidad a mí me han puesto a sonar y me han nombrado en todos esos casos [de narcotráfico]. En todos los casos de tráfico de drogas que salen me nombran a mí como si yo fuera ‘el señor de los cielos’”.

Medina Torrealba informa que entabló comunicación con la abogada, Érica Josefina Maraver Carpio, quien lleva la defensa ad honorem de Zoraimy Araujo de Torres, Carolina Pérez Barreto, Marifelx Manzanilla, Omerly Salcedo Gutiérrez y Pablo Silva Loyo, en Venezuela, con el fin de ponerla al tanto de su situación en la isla y poder lograr la asesoría de la profesional del derecho a quien le prometió toda su colaboración e información.

Refiere que en múltiples oportunidades ha intentado comunicarse con Juan Carlos Araujo y le ha enviado información, sin que este le haya respondido.

Estos intentos de comunicación también se han extendido al propietario de la aeronave, Antonio José Pino Hernández, quien en marzo de 2018 encargó al abogado José Luis Peguero reclamar la aeronave “porque yo supuestamente me la robé, [supuestamente] yo lo llamé a las 6 de la mañana [y le dije que] venía para República Dominicana, [específicamente le habría dicho, según él que] iba a la Romana y aterricé en [el aeropuerto de] Las Américas. Yo le tengo mensajes desde que caí preso a Antonio José Pino Hernández y él no me ha dado respuesta alguna, ni me ha dado la cara desde el principio de la situación. Yo le expliqué: ‘Antonio —mediante mensajes de What's App porque nunca me contestó las llamadas— yo le he dicho, Antonio, esta es una droga que encontraron fuera del aeropuerto a casi tres kilómetros fuera del aeropuerto’”.

Edmundo José Medina Torrealba explica que a través de la Embajada de Venezuela en República Dominicana se enteró de una de las tantas versiones que se han manejado de su caso, la cual indicaba que el día de los acontecimientos la Dirección Nacional de Control de Drogas de República Dominicana (DNCD) lo esperaba desde las 6 de la mañana con una cantidad de droga indeterminada, algo que contradice la realidad, según refiere, pues su arribo al país antillano ocurrió a las 8 y media de la mañana. Recuerda que esa mañana al llegar puso combustible en dos oportunidades y así lo comprueban las facturas que posee. Luego procedió al encendido de los motores de la aeronave y pidió autorización para regresar a Venezuela mientras estaba a la espera de su copiloto. En ese momento las autoridades aeroportuarias lo fueron a buscar al avión para aclarar algo respecto a su licencia de piloto, “porque en realidad yo me vencía en diciembre de 2014 y renové a finales de enero de 2015, yo lo vi lógico porque a lo mejor podía salir en el sistema como vencido. Cuando me bajo y llego a las oficinas de donde se atienden la aviación ejecutiva, me ponen las esposas y me mencionan unas maletas, en el avión no estaban esas maletas”.

Agrega que según le había informado el dueño de la aeronave, el vuelo era para una compañía llamada de Graveuca Andrea Colantuoni Constructora, pero al ser detenido se entera que los pasajeros pertenecían a Solid Show. “Nosotros le hacíamos vuelos a Solid Show, pero qué pasa, el señor Juan Carlos Araujo le debía mucho dinero en vuelos al avión y yo no le quería seguir volando de gratis, yo me le negué a volar y, no sé, me habrán engañado en el aspecto de que era otro cliente y resulta que [el vuelo] era para ellos, porque al único que Antonio Del Pino tenía confianza de entregarle el avión era a mí”.

Hace referencia a la tragedia personal y familiar que esta situación ha significado para él y los suyos: “Hemos perdido todo, mi hijo va para cuatro años que no me habla, mi hija tenía dos años cuando caí preso, ya tiene 6 añitos [y no la he podido verlos crecer]”.

Medina Torrealba reitera que la aeronave fue objeto de todos los controles tanto al salir de Venezuela como al arribar a República Dominicana. “Nosotros no trajimos eso [la droga], nosotros no montamos eso, a nosotros nos chequearon el avión, nos hicieron todos los chequeos rutinarios, tanto en Venezuela como aquí. Aquí está el antidrogas preso con nosotros, quien dice en los tribunales que eso no llegó ahí, que él no vio eso, que eso no salió de la aeronave y bueno, aquí estamos”.

Refiere que el avión fue revisado en Venezuela con perros antidroga que montaron en la aeronave. “Yo en ningún momento vi maletas, ni subiendo ni bajando aquí. Eso lo agarran aquí en un vehículo a kilómetros del aeropuerto en una bomba de gasolina. Los tipos se entran a tiro y todo con la policía. Los agarran, después los sueltan porque eran puros militares, entonces los soltaron y a los pendejos, nosotros los venezolanos, nos dejan presos sin preguntarnos, sin interrogarnos, sin nada”.

Advierte que en el video que presentan como prueba sólo se observa unas maletas en el piso, “no se le ve el color de lo lejos que hicieron eso. No se ve ni siquiera que la bajan del avión, sino que la agarran del piso. No salimos nosotros, no salen los pilotos, nadie, porque donde yo salgo es sentado en la recepción esperando que me entreguen mi pasaporte para irme a mi hotel. A nosotros nos chequearon en Venezuela en inmigración, revisaron mi bolso, porque yo tengo un bolso de mano allá en Venezuela y aquí en República Dominicana también recibieron, nos chequearon nuevamente por inmigración con Rayos X, todo. Me sellaron mi pasaporte, todo. A todos nos hicieron todo lo legal correspondiente de un vuelo”.

Y agrega con contundencia: “Aquí estamos pagando cárcel por los responsables que se encuentran en libertad. Y en Venezuela, lamentándolo mucho, me consta, Antonio José Pino Hernández, con Alberto Ardila, otro piloto que pagó seis años de cárcel por narcotráfico en Estados Unidos, armó todo ese espectáculo allá abajo porque aquí hubo una fiscal que mintió, Bianca Durán, que les dio una información a un abogado que envió Antonio, de que a nosotros nos había llevado la DEA para Federal. Y como él es un poco miedoso y falta de hombría me imagino que armó todo ese problema”.

Hace mención al hecho de que uno de los militares tiene registrada más de 70 llamadas y en ninguna de ella hace referencia a él. “A nosotros nos quitaron los teléfonos en el registro de personas, el teniente coronel tiene 78 llamadas y no menciona a nadie, no menciona si está esperando un avión, si me está esperando a mí, no menciona nada, él de lo que habla es de los problemas que tuvo fuera del aeropuerto y por  eso lo agarran dándose a la fuga, por el intercambió disparos con la misión entre comillas, porque fueron cuatro funcionarios por lo que cuenta que estaban afuera. Repito, yo estaba en la aeronave con los motores encendidos para regresar. A los tres días me hacen la traza, solicito que le hagan el barrido positivo a la aeronave el cual salió negativo y lo rompieron. Son muchas cosas”.

El piloto Medina Torrealba comenta un hecho del que se enteró luego de un año de estar encerrado, a través de unos compañeros. Lo referido tiene que ver —le narraron— con el día de los hechos, en la madrugada, a las 2:30 a. m., cuando despegó del Aeropuerto Caracas una aeronave Citation cargada de droga, la cual fue interceptada por la Fuerza Aérea Venezolana a 140 millas del norte de Maiquetía, obligándola a aterrizar en la Base Aérea Libertador (…) Bueno eso hay que investigarlo también”.

El testimonio de José Manuel Houtman

El otro testimonio que nos llega a través de la grabación, es el de José Manuel Houtman, uno de los pasajeros de la aeronave, quien al igual que Medina Torrealba, asegura que es víctima de un secuestro.

— Esto es un secuestro, no sé qué decirle, no sé qué es lo que quieren hacer con nosotros, por lo menos en mi caso, son cuatro años en que lo perdí todo, perdí mi negocio, perdí lo más importante que son mis hijos, la infancia, la inocencia, lo más bello de un niño que es su niñez, la perdí. Perdí mi esposa, mi negocio, mi casa, me la invadieron, me la desvalijaron totalmente. El vehículo que dejé estacionado en el aeropuerto lo agarró la ONA [Oficina Nacional Antidrogas] y no lo quisieron entregar, nada. Yo lo perdí todo. Perdí lo material y he perdido mi vida aquí sin saber por qué”.

Cuenta que viajaba en esa aeronave debido a que le pidió a Edmundo Medina Torrealba, quien es su amigo, que le diera “la cola” en el vuelo para ir a República Dominicana a comprar mercancía para su negocio en Venezuela. “Yo simplemente vine a este país a comprar mercancía para mi tienda en una cola que me dio el señor Edmundo a quien conocí años atrás, era cliente de mi tienda, practicábamos deporte juntos. Con la situación del país me vi obligado a salir a comprar mercancía, una vez lo hice en Panamá. Esta vez cuando me dijo que venía acá [República Dominicana] me dijo que si quería me daba la cola para comprar mercancía para mi tienda”.

Indica que aceptó el ofrecimiento de Medina Torrealba precisamente porque para esos días el Banco Exterior le había aprobado un crédito para comprar mercancía. “Eso era lo que venía a hacer, esa mi intención al venir a este país y vean el problema en el que estoy metido sin saber ni conocer a ninguna de las partes, ni a las partes en Venezuela, ni a las partes aquí en República Dominicana, ni siquiera a los pasajeros que eran quienes rentaron el avión, porque yo venía en una cola y mire donde estoy”.

Houtman informa que le ha dirigido comunicaciones al Procurador General de la República y a periodistas sin que haya obtenido respuestas.

— Aquí en cuatro años han hecho lo que les ha dado la gana con nosotros. Ya tenemos cinco meses del último reenvío que tuvimos y ni siquiera sabían dónde estaba el expediente de nosotros, ni fecha de audiencia, ni absolutamente nada. Y esto por el militar que está afuera libre que hace todo para suspender todo, ha enviado hasta fotos donde aparece abrazado con el presidente de aquí, amenazando que si metíamos a la embajada nos iba a pasar algo a nosotros, a nuestra familia, todo.

Dice que su deseo es que lo investiguen y certifiquen quién es, qué hace, sus relaciones, “porque desde que tengo uso de razón lo que he hecho es trabajar decente y honradamente, trabajar, trabajar. Yo soy hijo único, mi mamá, mi papá, mis dos hijos dependían de mí, de mi trabajo, de mi tienda que tuve regalar [vender a bajo precio] para pagarle a un abogado aquí que me robó, me quitó el dinero diciéndome que me podía sacar bajo fianza y diciendo que yo podía trabajar mientras se llevaba a cabo el proceso y lo que hizo fue robarme el dinero. Por último lo que puse fue un abogado público que ni siquiera el teléfono me lo ha querido dar y ya tengo seis o siete meses que no le veo la cara desde la última audiencia”.

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